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Sueltos en los cabos T1 E1, apreciación

Autosatisfacción, fiesta, excesos, competencia, hostilidad, machismo, sexo, lenguaje apropiado de jerga popular mexicana. Estas son palabras que enlisto durante los primeros minutos del primer episodio. 


En la noche fueron a un antro y pronto 2 parejas se habían formado. Una de ellas se ve corrompida abruptamente por los celos, vemos que una mujer que ya había besado a un hombre, de pronto decide hacer un beso de tres con dos "invitados" (como le ponen en el programa a las personas que no forman parte del reality). Entonces, al ver esto, el hombre de esa pareja, dice a otro compañero: 


—Me voy a portar mal, güey.


Acto seguido agarra y besa a otra chica, después besa a otra y a otra. Y alguien del set de comentaristas donde se encuentra el Capi:


—¡No se puede poner celoso por eso!


Y sí, pensé yo, efectivamente no se puede poner celoso si se acaban de conocer apenas hace unas horas y mucho menos tiempo tiene que decidieron besarse; entonces, ¿ella no tiene derecho a besar a nadie más? Sin embargo, lo más triste, la bofetada cultural que mi entendimiento feminista recibe, radica en que la morra se puso celosa y se sintió infravalorada. La mujer se enceló de que el otro, por despecho y celos, decidiera besar a otras 5. Bueno, en realidad no sé si ella se puso celosa o simplemente se indignó por la respuesta hostil del bato. 

La primera probadita de la cultura de los influencers en su mayoría, que habitan la casa en este reality show. 

Y mientras en el set comentan como si fuera un gran tema de debate el hecho de que "me besaste a mí primero, entonces me tienes que besar sólo a mí toda la noche", el Capi inserta una bella crítica cómica diciendo:


—Estamos viendo a un hombre herido, él abrió su corazón, si lo vemos, suelta una lagrimita cada que besa a otra chica —mientras hace el gesto imitando a un llorón besucón. 


Luego el grupo, en su autobús turístico transformado en limosina para seis personas, debaten lo más profundo que pueden sobre el tema del besuqueo y quién fue el primer o la primera traidora. Celeste realmente cree que haber besado a otro chico después de haber besado a uno que apenas conoció está mal, puesto que cuando le dicen "tú empezaste", ella responde para defenderse:


—No, él era gay. 


Aplausos al patriarcado invisible a los ojos de todos los borrachines fiesteros que se siguen dejando dominar por valores arcaicos y desvalijados a estas alturas de nuestro conocimiento humano.

Bravo por eso, chiquillos, que tanta fiesta buscan y tan poca pueden realmente autorizarse a vivir. He visto mucho más desenfreno en tertulias artísticas o en pedas de bachillerato, y sin culpa, créanme. Jajajajaja, sida risa. 

Bueno, al menos el tal Fede (susodicho en cuestión de la primera pareja) le hará su desayuno mañana a Celeste, pues no puede negar que se pasó de v3rga, por más que nadie pueda explicarlo. Yo sí podría, pero por el simple hecho de poder explicar éstas cosas, he quedado fuera de muchos espacios donde las mismas se reproducen. Es decir, es preferible excluir la verdad nombrada con todas sus letras que el dolor asociado a la repetición inconsciente de ella. Es como si saber doliera mucho más que repetir. O quizá nos gusta doler, no lo sé. Ya el psicoanálisis ha dicho algunas cosas de ello. 


Pero bueno, ha concluido la fiesta y ahora todos están comiendo y viendo dónde y con quién dormirán.


El drama se vive ligero con unas notas de cuerda de guitarra. 


Segundos después nos muestran a dos compis cogiendo, mientras una chica dice: 


—Cerrando con broche de oro.


Porque claro, nada de esto es privado y todos vieron las cobijas moverse, incluyendo al espectador en casa. 


A la mañana siguiente y mitad del capítulo, lo primero que escuchamos son los chismes entre mujeres, tres hablando de una que quería que le prepararan el desayuno y cuando la otra le respondió "prepáratelo tú", ella le dijo: 


—¿Así te vas a llevar? 


Empiezan las primeras divisiones, y claro, en el terreno de lo femenino. Al menos fue por una buena causa, no permitir que la una manifestara tener poder sobre las otras: ¿Quién me va a preparar el desayuno? 

Justo hace rato hablé en un relato de cómo yo tuve que prepararme el mío, con cólicos y todo. Jajajaja. Demandas y privilegios. 


Entre hombres, en cambio, la primera charla de la mañana es una valoración: ¿Tener novia o no? ¿Qué es más valioso, qué es mejor, qué conviene más para la satisfacción? 


En el fondo las cosas se plantean así, pues otra pareja discute si serán monógamos o no: 


—Yo me quiero divertir —dice el hombre, Yamir.  

—Vamos a hacer algo —... responde ella, luego dice algo inentendible, y después— pero no puedes, no con las de aquí. 

Y el bato hace cara de "mmmta, así qué chiste". 


Los comentaristas: 


—Cuánta toxicidad. 


Después se les ve a ambos teniendo sexo en la alberca. 


Poco después Fede, que estuvo besuqueando a otras con la intención de molestar a Celeste, le anda pidiendo disculpas por la mañana: 


—¿Me perdonas?, ¿me perdonas?


Le hace el desayuno y todas, con las manos en las mejillas: ¡Wow! ¡Qué ternura! 


Mientras luego todos gritan a coro:


—¡Beso, beso! 

—Que viva el amor —dice alguien. 


Y yo pienso: vaya, a eso ha quedado reducido el amor. 


Poco después dos cog3n en la ducha, uno de ellos es Yamir, quien ya tenía compromiso. Y ella, al salir de la ducha, cuando todos le preguntan, niega haber cog!do. Les miente en el rostro a tres personas, no porque valore su privacidad, ¿verdad?, sino porque sabe que traicionó a alguien o algo así. Sabe quizá que se meterá en problemas, que una chica sentiría dolor si supiera que tuvo sexo en la ducha con el tipo que ella ya había apartado en una monogamia decidida entre el alcohol, la fiesta y la resaca.



Cambio de escena, alguien toca la puerta. Se trata de un tal Rodrigo, hombre en bermudas y camisa blanca, propietario de bares en los Cabos, es el hombre capitalista detrás de todo, al menos uno de ellos. Básicamente lo que les dice es:


—Para seguir disfrutando de todo esto, van a tener que trabajar en uno de mis bares. 


Hay un par de caras avinagradas y otro par de caras felices y festejando porque podrán conocer más gente y cotorrear, pero las caras avinagradas conocen otra dimensión de esto: NADA ES GRATIS y no sólo estás pagando con exponerte públicamente sin ninguna privacidad, también pagarás con fuerza de trabajo y con la publicidad que de ello se genera, pues eres una persona relativamente famosa y necesito exprimir lo más que pueda de ello. 


Qué bueno, nunca falta el mensaje, la sentencia, el recordatorio de quién es el amo, especialmente si te estás divirtiendo. En este momento siento pena por ellos. 


—Tienen que estar listos en una hora —sentencia Rodrigo y se va. 


¿Por qué será que Rodrigo quería que los televidentes también lo viéramos?


Bueno, todo esto le da cierta consistencia al programa. Siento la consistencia, aunque no pueda explicarla; podría, pero quizá asustaría por lo politizada que está mi perspectiva. 


Y ellos, camino al trabajo, en su autobús: 


—¿Qué creen que nos pongan a hacer? 

—Meserear. 

—Yo sí quiero meserear para llevarme propinas y alguno que otro celular —y yo que creí que tenían dinero de sobra todos ellos. 

—Es trabajo, pero es un bar, hay que disfrutar —dijo el besucón celoso de anoche. 


El bar está ch!ngón, como todo aquello a lo que se le invierte mucha pasta. Ellos emocionados y Rodrigo ahí, a quien ya respetan (especialmente se nota en los hombres), uno de ellos dice:


—El mero mero. 


Rodrigo, en su benevolencia, les indica: 


—Van a hacer de todo, pero hoy van a ser clientes para que gocen —gozar hoy y pagar después, esa fórmula que a todos nos aplican. 


Los participantes aplauden y comienzan a beber caballito tras caballito. 



Las mujeres cotillean fumando un cigarro: 


—¿Te quedas con Fede? 

—Si hoy hace una mamada, a la v3rga. Lo uso para lo que se usan los hombres. 


Supongo que se refiere al sexo, no sé. Una ingenuidad, me parece, su comentario. 


Por otro lado, Yamir, quien prometió no meterse con ninguna chica de ahí, ya se metió con la segunda. ¿Por qué será? Tal vez buscó hablar de la relación con la primera, para entonces poder traicionar el pacto y meterse con otras dos, gustoso de saber que transgrede. Claro, quizá todo esto es inconsciente, pues el desenfreno es la premisa: la fiesta, el entretenimiento (para nosotros) y la diversión. En el suelo de este escenario: lo humano, los sentimientos, el compromiso y el valor de las personas (incluyendo a los invisibles residentes originarios de los Cabos, la comunidad que limpia los pisos, la casa del reality, los bares; aquellos que no salen en la pantalla pero que sostienen todo el lugar). 


Oh, primer capítulo, te he visto. Veré lo más que soporte, es mejor ver mientras escribo... 


Katrin Rayarram 

28/04/2024


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